María de Castilla

Esposa de Alfonso V de Aragón.
Durante 1420-1423, actuó de lugarteniente del rey en la Corona de Aragón.

Fue una reina que no lo tuvo fácil desde su nacimiento, debido a su mala salud, y más tarde al desplante de su esposo.
Dirigió su mirada hacia la religión católica, como tantas otras reinas de la
Península.

Yo la veo celosa y despechada, pero la realidad debió ser mucho más cruel, por su epilepsia incomprendida, y conspiraciones suscitadas por su vulnerabilidad de mujer sola, dirigiendo un reino prestado.

María pudo con todo eso y consiguió al final lo que quería, ser enterrada como una monja más en su amado monasterio, ya que su sepulcro se halla en la parte de clausura, y no fuera de ella como otros benefactores. Por ello se dice que durante los dos meses que sobrevivió a su esposo el rey, hizo los votos pertinentes para que se le ordenara monja clarisa del Real Monasterio de la Trinidad, que ella misma fundó en 1445.

Tuvo una gran influencia sobre Isabel de Villena, puesto que María era una mujer amante de los libros, fomentando con el ambiente culto que se respiraba en la Corte, que Isabel de Villena diera rienda suelta a si inteligencia y amor por la escritura.